martes, 11 de mayo de 2010

El hombre que fue Jueves, sátira en su totalidad, del genio Chesterton

Es este un libro que ya tengo leído de hace tiempo, pero, como se suele decir, lo "repasé" hace relativamente poco. Es una genial obra en tono satírico-político-religioso, que narra, visto superficialmente, las andanzas de un tipo que pertenece a un cuerpo anti-anarquista, filósofo y poético de la Scotland Yard londinense. Este tipo, Gabriel Syme, se encuentra con un poeta anarquista, Lucian Gregory, en Saffron Park, que en la realidad es Bedford Park. Después de una serie de disputas se embarcan ambos en una serie de asombrosas y surrealistas aventuras con un final inesperado que, evidentemente, no desvelaré.


Toda la novela está escrita con la genial firma de Chesterton, auténtico experto en las letras, y que a través de El hombre que fue Jueves, desvela una trama metafísica de anarquismo contra Dios, que nos deja entrever algunos aspectos del concepto del existencialismo ateo.


Hablemos un poco de Gilbert Keith Chesterton. Pero poco, pues les invito a describir por su cuenta su fascinante vida y su todavía más fascinante obra. Chesterton nació el 29 de Mayo de 1874, en Campdem Hill, Londres. Desde su juventud, Chesterton fue un hombre grande, literalmente. Medía 1,93 y pesaba 134 kilos. De hecho cuentan una graciosa anécdota sobre su tamaño. Durante la Primera Guerra Mundial, una mujer en Londres le preguntó porqué no estaba "afuera, en el Frente", a lo que Chesterton, con esa gracia natural que le caracterizaba, respondió: "Si usted da una vuelta hasta mi costado, podrá ver que sí lo estoy".
Su educación se iniciaría en la preparatoria “Colet Court”, en 1881; su enseñanza en aquel lugar duró hasta 1886, y en enero de 1887 ingresó a un colegio privado de nombre “St Paul” en Hammersmith Road. Gilbert describiría el sistema educativo, o mejor dicho, lo que él opinaba de éste como «ser instruido por alguien que yo no conocía, acerca de algo que no quería saber»

Luego estudiaría dibujo y pintura en la "Slade School of Art" (1893-1896), se volvió diestro como dibujante y más adelante llegó a contribuir con ilustraciones tanto para sus propias obras, como es el caso de Barbagrís en escena, cuanto para los libros de su amigo Hilaire Belloc.
Durante esta época se interesó por el ocultismo. En su Autobiografía señala que dentro del grupo de los que realizaban espiritismo, ocultismo o “juegos con el demonio”, él era el único de los presentes que realmente creía en el demonio. Lo señalaría de la siguiente forma:
"Me imagino que ellos no son casos raros. De todos modos, el punto está aquí que baje lo suficiente como para descubrir al diablo y, aun de algún débil modo, de reconocer al diablo. Al menos nunca, aún en esta primera etapa vaga y escéptica, me complací muchísimo de los argumentos corrientes sobre la relatividad del mal o la irrealidad del pecado. Quizás, cuando eventualmente emergí como una especie de teórico, y fui descrito como un Optimista, fue debido a que yo era una de las pocas personas en aquel mundo de diabolismo que realmente creía en los diablos."


Luego de un periodo de autodescubrimiento, se retiró de la universidad sin alcanzar un título, y comenzó a trabajar en diferentes periódicos. Trabajó como editor de literatura espiritista y teosofía, asistiendo a reuniones de este tipo.
Y con esto van ustedes bien, puesto que el periodo que continúa será el más interesante, pues Chesterton era una persona que se oponía a todo lo que la sociedad dictaminase y siempre, estuviera en el bando que estuviera, demostraba de manera mucho más simple, directa y correcta, que su opinión era la verdadera.
Chesterton escribió de todo. Cuento, novela, ensayo, artículo y poesía. Yo les dejo aquí una serie de obras escogidas que deberían leer antes de embarcarse en el mundo Chesterton:
-El hombre que fue Jueves
-El club de los negocios raros
-Breve Historia de Inglaterra
Y por último, El hombre que sabía demasiado. Y este lo pongo aparte porque es probablemente la obra suya que más aprecio. Por supuesto hay muchos más, como El poeta y los locos, la serie de El Padre Brown, La balada del caballo Blanco y muchas más. Pero recomiendo éstas para empezar.
Un saludo y buenas noches


2 comentarios:

  1. -Hmm. Me preguntó que podré leer luego aquí-.

    Después de leer Cuentos de soldados y civiles, cómo explicarle que su comentario me ha inflado el pecho. Mi ego se va a pegar el empacho de su existencia.

    -Es decir: gracias.-
    Estaré pasando luego para leer más.

    Saludos, nuevamente. Comparto el abrazo.

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  2. Ha sido un desafortunado error. Agradezco su comentario.

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