martes, 11 de mayo de 2010

El diccionario del Diablo, Ambrose Bierce

El diccionario del Diablo, también llamado Diccionario del cínico, es una de la más importantes obras de Ambrose Bierce. Como otro día hablemos de este singular caballero, simplemente les voy a poner unas cuantas definiciones para que ustedes se hagan una idea de lo que se están perdiendo sin leerlo. Sencillamente desternillante:

Africano, s. Negro que vota por nuestro partido.

Alianza, s. En política internacional la unión de dos ladrones cada uno de los cuales ha metido tanto la mano en el bolsillo del otro que no pueden separarse para robar a un tercero.

Amor, s. Insania temporaria curable mediante el matrimonio, o alejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos senci- llos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo.

Antiamericano, adj. Perverso, intolerable, pagano.

Salsa, s. Unico signo infalible de civilización y progreso. Pueblo sin salsas, tiene mil vicios; pueblo de una sola salsa, tiene novecientos noventa y nueve. A salsa inventada y aceptada, corresponde vicio re- nunciado y perdonado.

Lógica, s. Arte de pensar y razonar en estricta concordancia con los límites e incapacidades de la incomprensión humana. La base lógica es el silogismo, que consiste en una premisa mayor, una menor y una conclusión, por ejemplo:
“Mayor”: Sesenta hombres pueden realizar un trabajo sesenta ve- ces más rápido que un solo hombre.
“Menor”: Un hombre puede cavar un pozo para un poste en se- senta segundos.
“Conclusión”: Sesenta hombres pueden cavar un pozo para un poste en un segundo.
Esto es lo que puede llamarse el silogismo matemático, con el cu- al, combinando lógica y matemática, obtenemos una doble certeza y somos dos veces benditos.

Refrán, s. Dicho vulgar, proverbio. He aquí algunos ejemplos:
- Euro ahorrado, euro malgastado.
- Dime con quién andas y te diré quién te engaña.
- Perro ladradror, te muerde con más furor.
- Quien bien te quiere, te hará reir.
- Hablando del rey de Roma, seguro que se entera.
- Quien a buen árbol se arrima, buen rayo le deja seco.
- Ríe mejor quien se está siempre riendo.
- No dejes para mañana lo que pueda hacerte otro.
- A quien madruga, Dios le da sueño todo el día.
- A Dios rogando e inútilmente esperando.
- La letra con calma entra.
- Más vale pájaro en mano que perdigón en el culo.
- Año de nieves, año de gripes.
- Quien mal anda, cojo es.
- El que con niños se acuesta, desvelado se levanta.


Marido, s. El que después de cenar debe encargarse de lavar el plato.

Matrimonio, s. Condición o estado de una comunidad formada
por un amo, un ama y dos esclavos, todos los cuales suman dos.

Etnología, s. Ciencia que estudia las distintas tribus del Hombre: por ejemplo, ladrones, asaltantes, estafadores, burros, lunáticos, idiotas y etnólogos.

Honorable, adj. Dícese de lo que está afligido por un impedi- mento en su capacidad general. En las cámaras legislativas se acos- tumbra dar el título de “honorable” a todos los miembros. V.g.: “El honorable diputado es un perro sarnoso”.

Zeus, s. Rey de los dioses griegos, adorado por los romanos como Júpiter, y por los norteamericanos como Dios, Oro, Plebe y Perro. Algunos exploradores que han tocado las playas de América, entre ellos uno que pretende haberse internado una considerable distancia, piensan que esos cuatro nombres representan a cuatro divinidades separadas, pero en su inmortal obra sobre Creencias Supérstites, Frumpp insiste en que los nativos son monoteístas, y que ninguno tiene otro dios que sí mismo, a quien adora bajo muchos nombres sagrados.

Mustang, s. Caballo indócil de las planicies occidentales. En la sociedad británica, esposa norteamericana de un noble inglés.

Portugueses, s. Especie de gansos nativos de Portugal. Prácticamente carecen de plumas y no son muy comestibles, aun aderezados con ajo.

Gato, s. Autómata blando e indestructible que nos da la naturaleza para que lo pateemos cuando las cosas andan mal en el círculo do- méstico.

Ganso, s. Ave que suministra plumas para escribir que, gracias a un proceso oculto de la naturaleza, están impregnadas, en distinta me- dida, de la energía intelectual y el carácter del ganso, de suerte que al ser entintadas y deslizadas mecánicamente sobre un papel por una persona llamada “autor”, resulta una transcripción bastante exacta de los pensamientos y sentimientos del ave. Las diferencias entre un gan- so y otro, tal como se manifiestan a través de este ingenioso método, son considerables. Muchos gansos sólo poseen facultades triviales e insignificantes, pero otros son, en realidad, grandes gansos.

Genealogía, s. Estudio de nuestra filiación hasta llegar a un ante- pasado que no tuvo interés en averiguar la suya.

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Con este pequeño fragmento podrán apreciar la majestuosidad y el pitorreo mordaz y sardónico de este caballero inglés. Les dejo una Versión en PDF para que disfruten en trabajo sus merecidos cinco minutos de descanso.

Buenas noches y disfruten




El hombre que fue Jueves, sátira en su totalidad, del genio Chesterton

Es este un libro que ya tengo leído de hace tiempo, pero, como se suele decir, lo "repasé" hace relativamente poco. Es una genial obra en tono satírico-político-religioso, que narra, visto superficialmente, las andanzas de un tipo que pertenece a un cuerpo anti-anarquista, filósofo y poético de la Scotland Yard londinense. Este tipo, Gabriel Syme, se encuentra con un poeta anarquista, Lucian Gregory, en Saffron Park, que en la realidad es Bedford Park. Después de una serie de disputas se embarcan ambos en una serie de asombrosas y surrealistas aventuras con un final inesperado que, evidentemente, no desvelaré.


Toda la novela está escrita con la genial firma de Chesterton, auténtico experto en las letras, y que a través de El hombre que fue Jueves, desvela una trama metafísica de anarquismo contra Dios, que nos deja entrever algunos aspectos del concepto del existencialismo ateo.


Hablemos un poco de Gilbert Keith Chesterton. Pero poco, pues les invito a describir por su cuenta su fascinante vida y su todavía más fascinante obra. Chesterton nació el 29 de Mayo de 1874, en Campdem Hill, Londres. Desde su juventud, Chesterton fue un hombre grande, literalmente. Medía 1,93 y pesaba 134 kilos. De hecho cuentan una graciosa anécdota sobre su tamaño. Durante la Primera Guerra Mundial, una mujer en Londres le preguntó porqué no estaba "afuera, en el Frente", a lo que Chesterton, con esa gracia natural que le caracterizaba, respondió: "Si usted da una vuelta hasta mi costado, podrá ver que sí lo estoy".
Su educación se iniciaría en la preparatoria “Colet Court”, en 1881; su enseñanza en aquel lugar duró hasta 1886, y en enero de 1887 ingresó a un colegio privado de nombre “St Paul” en Hammersmith Road. Gilbert describiría el sistema educativo, o mejor dicho, lo que él opinaba de éste como «ser instruido por alguien que yo no conocía, acerca de algo que no quería saber»

Luego estudiaría dibujo y pintura en la "Slade School of Art" (1893-1896), se volvió diestro como dibujante y más adelante llegó a contribuir con ilustraciones tanto para sus propias obras, como es el caso de Barbagrís en escena, cuanto para los libros de su amigo Hilaire Belloc.
Durante esta época se interesó por el ocultismo. En su Autobiografía señala que dentro del grupo de los que realizaban espiritismo, ocultismo o “juegos con el demonio”, él era el único de los presentes que realmente creía en el demonio. Lo señalaría de la siguiente forma:
"Me imagino que ellos no son casos raros. De todos modos, el punto está aquí que baje lo suficiente como para descubrir al diablo y, aun de algún débil modo, de reconocer al diablo. Al menos nunca, aún en esta primera etapa vaga y escéptica, me complací muchísimo de los argumentos corrientes sobre la relatividad del mal o la irrealidad del pecado. Quizás, cuando eventualmente emergí como una especie de teórico, y fui descrito como un Optimista, fue debido a que yo era una de las pocas personas en aquel mundo de diabolismo que realmente creía en los diablos."


Luego de un periodo de autodescubrimiento, se retiró de la universidad sin alcanzar un título, y comenzó a trabajar en diferentes periódicos. Trabajó como editor de literatura espiritista y teosofía, asistiendo a reuniones de este tipo.
Y con esto van ustedes bien, puesto que el periodo que continúa será el más interesante, pues Chesterton era una persona que se oponía a todo lo que la sociedad dictaminase y siempre, estuviera en el bando que estuviera, demostraba de manera mucho más simple, directa y correcta, que su opinión era la verdadera.
Chesterton escribió de todo. Cuento, novela, ensayo, artículo y poesía. Yo les dejo aquí una serie de obras escogidas que deberían leer antes de embarcarse en el mundo Chesterton:
-El hombre que fue Jueves
-El club de los negocios raros
-Breve Historia de Inglaterra
Y por último, El hombre que sabía demasiado. Y este lo pongo aparte porque es probablemente la obra suya que más aprecio. Por supuesto hay muchos más, como El poeta y los locos, la serie de El Padre Brown, La balada del caballo Blanco y muchas más. Pero recomiendo éstas para empezar.
Un saludo y buenas noches


sábado, 8 de mayo de 2010

Dino Buzzati, creador del asombro imposible

Hoy vamos a hablar de un magnífico escritor italiano que tiene por nombre Dino, por apellido Buzzati, y por estilo lo asombroso.

Dino nace en 1906 en la provincia de Belluno, en el Véneto. Desde muy pequeño demostró ser extraordinariamente hábil para la pintura, la escritura, el violín y el piano. Además, le apasionaba la montaña, cosa que demostró sobradamente en algunas de sus obras como Bárnabo de las montañas o El secreto del Bosque viejo.


Por su padre empezó a estudiar la carrera de Derecho, pero en 1928, poco antes de licenciarse, empieza a trabajar como colaborador en un periódico de gran escala, el Corriere della Sera, y seguiría así durante toda su vida. Su primera novela Bárnabo de las montañas, publicada en 1933, tuvo un gran éxito, que no se repitió con el segundo El secreto del bosque Viejo, que fue acogido por el público con indiferencia.



En la década de los cuarenta fue enviado especial a Addis Abeba, y reportero de guerra en el crucero Río en 1940, el mismo año en el que escribió la obra con la que pasaría a la posteridad: El desierto de los tártaros. Además escribió numerosos relatos compilados en El colombre, Sesenta relatos, Los Siete Mensajeros, Las noches difíciles, y otros todavía no traducidos al castellano. Escribió novela infantil, La famosa invasión de Sicilia por los osos, novela fantástica, El gran retrato, y novela de tipo autobiográfica, Un amor.


Personalmente, he leído casi todo de Buzzati, y le considero un grandísimo escritor. Sus novelas son soberbias pero sus relatos son pequeñas joyas que uno no debe perderse. Entre los mejores relatos yo recomiendo especialmente "La gota", "El colombre" y "El huevo". Este último me causó una gran impresión. No me esperaba algo así.

Por desgracia, no he encontrado ninguna versión digital aceptable. Así que, a comprar, y en la editorial Acantilado, que cuidan mucho sus ediciones.




Espero que disfruten con la lectura

Buenas noches

lunes, 3 de mayo de 2010

Golden Age of Grotesque in Literature : Antecedentes (1 de 4)

Fue algo espontáneo, sin razón de ser, persé. Una serie de personas, de nombres reconocidos, decidieron sobre lo que iban a escribir, y desde luego que fue una decisión harto sabia. Hoy vamos a hablar del cuento de terror, u horror sobrenatural, en el siglo XX.

Antecedentes

Los antecedentes, aunque confusos pues se remontan a siglos atrás, podemos fecharlos en la publicación de Historia del Califa Vathek, de William Beckford, en 1786, una fantasía oriental que se remonta a las Mil y una noches. Pero profundamente oscura y cargado de terribles significados y monstruos del alma humana, como la envidia, la codicia o la lujuria, pero planteados como verdaderas enfermedades del ser. También cabe destacar al poeta y escritor socialista William Godwin, autor de St. Leon, una novela fantástica situada en Europa, cuyo tema es el elixir de vida eterna. Poco después, en 1871, su hija, llamada Mery, escribió el inmortal Frankenstein o el moderno Prometeo. Por supuesto nos referimos a Mery Shelley, que escribió este libro ayudada de su querido amigo, el poeta Lord Byron, y su marido, Percival Shelley. Al mismo tiempo Sir Walter Scott empieza a adentrarse en el terreno de lo espiritual y lo sobrenatural, escribiendo meritorios relatos como El cuento de Willie o El vagabundo. Y en 1820 publica Letters on demonology and Witchcraft, considerado uno de los compendios de magia más importante de la época.

William Beckford
Entonces llegamos a uno de los grandes, Washington Irving, autor del excelso relato La leyenda de Sleepy Hollow o La Leyenda del Jinete sin Cabeza, uno de los más terroríficos de la historia. Irving escribió muchas más cosas, como Cuentos del viajero, o Relatos de la Alhambra, pero nunca llegarían a tener el mismo éxito, salvo quizás, el perversamente humorístico Rip van Winkle. Seguidamente llegan autores tan excelsos como Thomas Moore, Thomas de Quincey, o William Harrison Ainswoth. Pero déjenme destacar a uno de los olvidados del tiempo, el capitán Marryat, que se dedicó a escribir numerosos relatos llenos de terror y romanticismo, pero de los cuales sólo alcanzaría fama mundial The Phantom Ship, basado en la leyenda del barco Holandes Errante, que aterrorizaba con sus apariciones en el Cabo de Buena Esperanza.

Frederick Marryat
Dickens también nos sorprenderá con relatos como El guardavías, la historia de un hombre atormentado por presagios fantasmales de terribles sucesos.

Entonces empezó la oleada de escritores que bajo el peso popular, escribía vulgares relatos basados en el espiritismo, lo fantasmagórico o lo oriental. Uno de los poco que destacó fue Edward Bulwer Lytton, que escribió magníficos relatos como The house and the Brain, que ha quedado como uno de los mejores relatos de casas embrujadas, llegando al nivel de La casa Usher, de Poe. Entonces, en 1842, fecha que debéis recordar, escribió Zanoni, una terrible novela en la que hay una terrible esfera paralela permanentemente vigilada por un ente llamado "el Morador del Umbral", que se dedica a embrujar y a hipnotizar a todo aquel que intenta entrar y hacerse conocedor de sus secretos. La gran innovación de esto es su criatura, pues carece de materia y se convierte en un horror insustancial, que no se puede ver, ni tocar.

Edward Bulwer Lytton
Esta tradición de novelas románticas y góticas seguiría durante el siglo XIX en autores como Joseph Sheridan LeFanu, Wilkie Collins, Sir H Rider Haggard, el magnífico Sir Arthur Conan Doyle, H.g. Wells, autor del terrible Hombre Invisible o La isla del doctor Moreau, o Robert Louis Stevenson, que escribió el Doctor Jekyll y Mister Hyde, el Ladrón de Cadáveres y Markheim. Por supuesto destaco entre todos estos la novela Cumbres Borrascosas, de Emily Brönte, con sus demenciales paisajes desolados de Yorkshire, barridos por la violencia del viento.

H.G. Wells
En el continente Europeo surgieron autores como E.T.A. Hoffman, escritor de El hombre de arena o deLos Elixires del Diablo, cuya influencia ha perdurado hasta nuestros días. También hay que mencionar el Ondina (1814) del alemán Friedricht Heinrich Karl, barón de la Motte Fouque. The Amber Witch, de Wilhelm Meinhold, se sitúa durante la Guerra de los Treinta Años y pretende ser el manuscrito de un monje a cuya hija acusas de brujería. La literatura alemana está bien representada por el escritor Hanns Heinz Ewers, que pone en sus relatos claras muestras de la imaginería y psicología del XIX. Novelas como El aprendiz de Brujo y La mandrágora y cuentos como La araña, ponen de manifiesto la excelente locuacidad y técnica del alemán. Victor Hugo escribió relatos como Hans de Islandia, y Balzac La piel de zapa y Luois Lambert, aunque con un sobrenatural más humanista, sin la verdadera intención de aterrorizar. Podemos mencionar también a Theophile Gautier ,Avatar, El pie de la momia, y La muerte enamorada, a Gustav Flaubert en La tentación de San Antonio o a Charles Baudelaire en El cuarto Doble, como los autores más representativos de lo sobrenatural en Francia. Pero en la cima está Guy de Maupassant, cuyos relatos de horror alcanzan un estado casi patológico, por ejemplo, en El Horla, la historia de un terrible ente invisible. El americano Fitz-James O´Brien, el famoso autor de las novelas marinas de Jack el afortunado, trató el tema de entes invisibles en ¿Qué es eso?. Otras creaciones notables de Maupassant son los realtos ¿Quien sabe?, El espectro, El diario de un loco, o El lobo blanco.

Guy de Maupassant
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Debido a la longitud de este tema, se ha dividido en cuatro partes que se irán publicando semana por semana hasta completarse. Espero que lo disfruten.

Buenas noches

domingo, 2 de mayo de 2010

El País de la Noche, William Hope Hodgson

Hoy, mis queridos niños, voy a hablaros de un libro muy especial, y una auténtica rareza de la literatura. La escribió otra rareza de autor, magnífico como pocos, llamado William Hope Hodgson. Antes de hablaros de la obra en cuestión, permitidme que os hable del autor.

William fue el segundo hijo de un cura del condado de Essex, Inglaterra, de un total de doce, de los cuales no sobrevivieron más que seis. A la edad de trece años se escapó del colegio y se enroló en un buque en busca de la ansiada aventura romántica, pero le pillaron. Su insistencia obligó a sus padres a enrolarlo a la edad de catorce años como aprendiz. Durante sus muchos años de marino, aprendió a aborrecer el mar y su vida en él. Más tarde volvería para abrir un gimnasio que sería todo un progreso en cuestión de maquinaria. Fue además un gran fotógrafo y el primero en fotografiar ciclones marinos. Murió en Francia, como soldado en la Primera Guerra Mundial, volatilizado por una granada.

Hogson escribió cientos de los mejores relatos de terror en el mar que han existido jamás, entre los cuales destaco Una voz en la noche, la terrible historia de unos náufragos aquejados de un extraño mal marino. También escribió novelas, entre las que se encuentran Los botes del "Glen Carrig", Los piratas fantasmas y la obra maestra La casa en el confín de la tierra. Todas ellas obras de gran relevancia y gran influencia en la literatura sobrenatural de principios del XX.

Ahora hablemos de su obra más relevante, una obra épica del horror, la aventura y el romanticismo que no tiene parangón. Hablamos, por supuesto, de:

El País de la Noche

El Pais de la Noche, obra cumbre de William Hope Hodgson, es una fantasía épica que narra los últimos momentos de la Tierra, y como sus últimos supervivientes luchan por sobrevivir.


El sol se está apagando, y la tierra se ha visto sumida en la más temible oscuridad, los animales han muerto, las plantas se han secado, y el agua está contaminada. Además, terribles criaturas mutantes pueblan este vasto y solitario mundo, buscando con odio la destrucción de la humanidad. Nuestro protagonista es uno de los muchos hombres que viven en la vasta pirámide llamada "último reducto". Allí, hacen su vida intentando ignorar al exterior, pero conscientes de que no durará mucho. Una noche reciben una llamada de auxilio de otra supuesta pirámide. En ese momento, el protagonista revive fragmentos de una vida pasada en la que se enamora de una mujer con la misma voz que la de la llamada. Entonces decidirá emprender un épico viaje cargado de peligros para buscar a su amada.

Las ediciones modernas de esta obra, incluida la española, de la editorial Pulp, son ediciones reducidas. De la obra original, de unas quinientas páginas, tuvieron que quitar enormes pasajes románticos demasiado pesados. Por supuesto, y como le pasa a la mayoría de libros del siglo XIX, El Pais de la Noche peca el excesivamente pesada forma de escribir, llena de metáforas, hipérboles y un peso innecesario de adjetivos. Pero ello no quita para que sea un libro magnífico, lleno de cualidades, de la más pura ingeniería creativa, de una inventiva fresca y de una historia emocionante y trepidante.


Este libro, además, ha sido de los que más han influido tanto en mi vida como en mi estilo y en mi forma de ver las cosas. Por desgracia de momento no existe ninguna versión digitalizada traducida, pero si plotáis muy bien el ingles, os recomiendo que os paséis por
Project Gutemberg, donde disponéis de la versión íntegra inglesa, además de otras obras del mismo autor.

Buenas noches