lunes, 26 de abril de 2010

La historia Interminable, de Michael Ende

Aunque muchos la conozcamos, muy pocos la hayamos leído, y todos hayamos aborrecido la película, esta novela de fantasía y aventuras representa el punto más alto al que puede asirar una novela fantástica o de ciencia ficción. La historia de cómo Michael Ende puso a escribir su novela más famosa fue casi interminable en sí misma. Se inició en febrero de 1977 con la visita del editor Hansjörg Weitbrecht al autor en su casa de Genzano. Tan pronto como se abordó el tema del siguiente libro a publicar, Michael Ende comenzó hurgar en una caja de zapatos y a pensar en un montón de ideas. En un pedazo de papel, escribió el siguiente resumen: "Un niño toma un libro, se encuentra literalmente dentro de la historia y tiene problemas para salir". Una vez Weitbrecht había expresado su aprobación, Ende prometió entregar el manuscrito antes de Navidad. Asumió que el proyecto sería sencillo, y en privado se preguntó cómo podía estirar el material para llenar un centenar de páginas.
El cuerpo del nuevo libro creció ante los ojos de Michael Ende. En poco tiempo estaba en el teléfono con su editor, solicitando una prórroga del plazo. El libro sería algo más largo de lo esperado, pero se esperaba que fuera terminado antes del otoño de 1979. Sin embargo, durante el transcurso de 1978, los editores no tuvieron noticia alguna del autor. Luego, en el otoño de ese año, Ende finalmente resurgió. El libro, le dijo a su editor, aún no estaba completo. El joven Bastian se había negado a salir de Fantasia, y era su deber como autor el seguirle en sus viajes.
La siguiente comunicación de Ende, dejó aún más preocupados a sus editores. El libro, explicó, requería de un diseño especial. ¿Qué podría ser más adecuado para una historia tan mágica que un volumen de cuero con incrustaciones de madreperla y completada con cierres de latón? Weitbrecht partió a toda prisa a Genzano. Después de mucha discusión, editor y autor acordaron un volumen encuadernado impreso en tinta a dos colores. Cada uno de los veintiséis capítulos, que comienzan con una letra ornamental, sería ilustrado por Roswitha Quadflieg. Preocupado por el fuerte aumento de los costos de producción, Weitbrecht hizo su camino de vuelta a Stuttgart.



Bastián es un chico de diez u once años de edad cuya vida no es fácil, ya que ha quedado huérfano de madre y mantiene una relación distante con su padre. Tampoco se relaciona con los chicos de su edad en la escuela, ya que es objeto de burlas y maltratos. Por lo tanto, suele refugiarse en los libros llenos de aventuras, lo que le permite disfrutar de un mundo que le parece más interesante que su vida real. Un día, escapando de un grupo de chicos que lo molestan, Bastián se refugia en una librería, propiedad del Sr. Koreander, donde encuentra un libro titulado "La historia Interminable". Para Bastián, este es el mejor libro de todos, porque él siempre ha querido una historia que nunca termine. Así, el muchacho no puede resistirse a robar el libro y huir con él al desván de su escuela. Allí comienza a leerlo.
En el reino de Fantasia, la Emperatriz Infantil está mortalmente enferma. Y conforme su padecimiento progresa, la imaginación está condenada en sí. Su reino y todos los seres que moran en él son tragados poco a poco por la Nada, literalmente. Por ello, la Emperatriz llama a Atreyu, un joven guerrero de la tribu de los “hombres de hierba” que posee exactamente la clase de coraje, la valentía y la determinación que Bastián quisiera para sí mismo. Su misión es obtener una cura para la Emperatriz, salvando así al reino. Atreyu habrá de viajar de un lugar a otro del reino sin fronteras de Fantasia, encontrándose con muchos y muy diversos de sus habitantes; entre ellos a Fújur, un dragón blanco de la suerte. Eventualmente, descubrirá que él mismo no es capaz de rescatar a Fantasia: Su verdadera misión es conseguir que una criatura humana le dé un nuevo nombre a la Emperatriz Infantil. Sólo de esta manera, se podrá recuperar.
Bastián sigue, con mucho interés, las aventuras de Atreyu a cada paso. Sin embargo, se resiste a creer que él pueda, de algún modo, interferir en el curso de "La historia Interminable", a pesar de las fugaces pruebas que se le ofrecen. Él piensa que es muy poca cosa; se considera indigno e incapaz de semejante tarea. Por consecuencia, cuando la destrucción de Fantasia parece inminente, la Emperatriz Infantil en persona arriesga su último aliento para llamarlo. Es en el último momento que Bastián lo comprende y acepta que es él y no Atreyu quien salvará el reino y a la Emperatriz, dándole el nuevo nombre tan desesperadamente necesario: Hija de la Luna.
Como resultado, Bastián entra al universo de Fantasia. La Emperatriz le encarga crear un nuevo mundo a partir de su imaginación y sus deseos. Para ello, le hace entrega del medallón ÁURYN, el símbolo de la Emperatriz en persona, que le dará el poder de la creación sin límites. Así, con el poder del amuleto, Bastián empezará a pedir un deseo tras otro y verlos cumplirse ante sus ojos. Inicialmente, él trata de deshacerse de todas las debilidades que le han atormentado en su vida anterior. Él quiere ser fuerte, valiente, sabio y vivir muchas aventuras. Pero la Emperatriz no le advierte a Bastián que con cada deseo que pida, perderá un recuerdo de su vida pasada.
El muchacho, confundido por una hechicera llamada Xayide, tiene cada vez más ambición de poder, y eventualmente tratará de derrocar a la Emperatriz Infantil como soberana de Fantasia, provocando guerra, desolación y caos. Derrotado y casi demasiado tarde, se da cuenta que deberá ser capaz de reconocer su verdadera voluntad, porque sólo esto le podrá conducir de vuelta a casa. Si falla en esta tarea, permanecerá atrapado en el mundo de Fantasia -sucumbiendo incluso a la locura- pero si tiene éxito, podrá llevar la experiencia que ha reunido en el mundo de Fantasia a su vida en el mundo real, para beneficio de ambos.
Al final, tras haber perdido todos sus recuerdos, es gracias a la ayuda de Atreyu y Fujur que es capaz de encontrar el camino de regreso, a través de ÁURYN. Cuando Bastian vuelve a su mundo, se da cuenta que su padre realmente le quiere y se preocupa por él. Luego acude a la librería; inicialmente con la intención de devolver el libro, pero éste ha desaparecido. Bastian se lo cuenta al Sr. Koreander, quien muestra mucho interés en las aventuras del muchacho -pues resulta que él también ha sido un viajero al mundo de Fantasia-, y le confiesa al muchacho que hay más de un libro y más de un modo de ir y volver.


La lucha de Ende para escapar del mundo que había creado se convirtió cada vez más intensa. Durante las conversaciones con su editor, sonaba casi desesperado -era una cuestión de supervivencia literaria. A menos que Ende pudiera encontrar una manera de salir de Fantasia, Bastian quedaría atrapado en su interior. Al final del año, incluso circunstancias ambientales parecían conspirar contra él. El invierno de 1978-1979 fue uno de los más fríos que se recuerdan. La nieve caía en las Colinas Albanas y la temperatura bajó a menos diez grados. Las casas en Genzano no estaban diseñadas para resistir a tales extremos, y la de Ende no fue la excepción. Con el hielo obstruyendo las tuberías y envuelto en mantas húmedas, Michael Ende se mantuvo trabajando. A pesar de esas difíciles condiciones, pudo finalmente encontrar una solución: ÁURYN, la gema, sería la manera de salir de Fantasia. No sería la única vez que "La Historia Interminable" demostraría ser un libro mágico.


La Historia interminable es un libro que se contiene a sí mismo. En la historia, aparece el libro, en la historia contada dentro de la historia, vuelve a aparecer. Cada vez significa algo distinto. En última instancia, seguir las aventuras de Bastián es seguir las peripecias de uno que es atrapado cada vez más por la literatura. En la primera parte del libro, se narra cómo es que el protagonista comienza a leer, qué es lo que lo fascina de los libros. En Atreyu ve a su ideal imposible.

A medida que Bastián lee, se hace cada vez más evidente que el llamado a darle ese nuevo nombre es él, pero le falta el valor: Lo que Ende quiere decir con esto no es solo lo que parece: Bastián se siente fascinado por sus lecturas, pero su destino no es solo leer, tarde o temprano él mismo se lanzará a la aventura de crear sus propias historias. Esto es lo que simboliza el “darle un nombre” a la Emperatriz. La nada se extiende por Fantasia porque los humanos han dejado de crear historias: ya no sueñan.

Viejo de la Montaña Errante:Este es, tal vez, el personaje más misterioso de la novela, tanto como la Emperatriz misma. Se dice que es el opuesto a esta: ella es una niña, él es viejo. Una pista se da cuando la Emperatriz escala una escalera de letras que lleva a su guarida: “las letras no siempre la trataban bien”. Tentativamente, podría aventurarse esta explicación, simplista: la Emperatriz infantil es la inspiración que hace nacer las historias. El Viejo es el rigor que se necesita para escribir, todo lo que es arduo de la escritura.

El único cometido que se recibe en Fantasia, "haz lo que quieras", no quiere decir que Bastián pueda hacer lo que se le antoje, significa que debe seguir sus deseos hasta que lo lleven a su Verdadera Voluntad. En efecto, nada es más difícil de encontrar en la vida que aquello que realmente se quiere. Nada es más difícil que saber lo que se quiere. Esta es la búsqueda de Bastián por Fantasia.

Se puede interpretar esto de modo nietzschiano. En Nietzsche, el símbolo de la verdadera voluntad, despojada de trabas, es un niño: como Bastián. Pero innumerables obstáculos se interponen en la búsqueda de esta. Y al hacer lo que no se quiere de verdad, se cae cada vez más profundamente en la perdición. Los deseos torcidos de Bastián hacen que olvide cada vez más su mundo natal, cosa que no le molesta, porque de todos modos no quiere volver allá. Sin embargo, el que nada recuerda nada puede desear. Cuando pierda el último recuerdo de su propio mundo, Bastián ya no podrá desear nada. ¿Acaso es una trampa de la Emperatriz Infantil? La regla interpretativa sigue siendo la misma: cuando el autor se pierde en su mundo fantástico, olvidando la “realidad”, ya no puede crear nada. La base para la creación es la propia realidad, no se la puede olvidar.

Después del tostón de nuestra amiga la Wikipedia, me gustaría añadir una reflexión personal. Probablemente habré leído La historia Interminable decenas de veces. Nunca me he cansado de leerlo, y siempre me ha fascinado su sencillez, su claridad, su vasto contenido de imaginación y creatividad, su retórica, a la vez infantil y a la vez adulta, sus increíbles y maravillosas historia y sus entrañable y perfectamente definidos personajes. Es un libro que no se puede dejar de leer, y nunca se es tarde para empezar. Si tuviera que definir en pocas palabras esta obra diría lo siguiente:

Lo más complejamente sencillo


Buenas noches

1 comentario:

  1. La primera lectura un poco más extensa que tuve en mi vida fue este libro, lo recuerdo con muchísimo cariño, me ha encantado tu opinión de él.

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